El dulce dolor de ver crecer a los hijos

Hace poco mis hijas cumplieron 9 años. Las llevé al parque y se montaron juntas en el columpio grande. Ahí, viéndolas impulsarse solas, me golpeó una verdad que me atraviesa el pecho: el dulce dolor de ver crecer a los hijos. Fue un flashback instantáneo: el mismo columpio de hace años, sus risas de bebés todavía resonando en mi memoria,…